jueves, 29 de julio de 2010

Evaluación de impacto

En el contexto de datos, información y conocimiento, iré mencionando algunas disciplinas relacionadas con la transformación de información en conocimiento. He aquí una introducción a la evaluación de impacto de programas sociales:

El interés sobre la evaluación de impacto se ha incrementado a medida qué el monto de los recursos del Estado se incrementan en programas de bienestar social. Recientemente en Colombia salió a la luz la publicación del resultado de la evaluación de impacto del programa Familias en Acción, al cual se le ha dado mucha publicidad en los medios académicos por haber sido contratado por el Estado, el amplio abanico de temas evaluados y la rigurosidad con que fue tratado por parte de las reconocidas empresas y entes investigadores que participaron en el mismo. Así mismo, se ha incrementado el monto invertido por la sociedad civil en temas de responsabilidad social, llevando a que la evaluación de impacto también sea contratada por parte de organizaciones no gubernamentales.

La evaluación de impacto de programas sociales tiene como objetivo determinar los beneficios obtenidos por los participantes en conexión a los objetivos del proyecto respecto a lo que hubiera ocurrido si no hubieran participado en el programa: el denominado hecho contrafactual. Debido a que no es posible tener a un individuo dentro del programa y fuera de él simultáneamente con el objeto de comparar los efectos, se debe buscar población similar con la cual realizar dicha comparación. No obstante esta posibilidad puede traer distorsiones que escondan los beneficios realmente obtenidos.

Un grupo de distorsiones o sesgos comunes son las que pueden presentarse en el conjunto de características observadas en las dos poblaciones, la tratada y la de control, las cuales pueden no ser necesariamente pareables, o ser pareables, pero con diferencias no evidentes. Por ejemplo pueden tener el mismo valor medio, pero no tener una función de distribución semejante.

Pero también pueden presentarse otras distorsiones no evidentes causadas por la existencia de correlaciones entre las características acordadas para la selección de los beneficiarios del programa social y los resultados buscados por el mismo.

No hay garantía de que estas dos fuentes de distorsión no trabajen en direcciones opuestas y en intensidad semejante de tal modo que anulen en conjunto el impacto que se pretende medir.

Por ello, en los últimos dos decenios se ha avanzado en el desarrollo de técnicas que disminuyan dichas distorsiones, las cuales van desde el diseño del método de selección de la población objetivo del programa y la de comparación, pasando por la selección de las variables que se deben preguntar a ambas poblaciones para realizar la evaluación, hasta el diseño de métodos econométricos específicos para el análisis cuantitativo.

La participación activa del evaluador de impacto desde la etapa de planeación del programa social permite darle robustez a los resultados.

Basado en RAVALLION, Martin. The Mistery of Vanishing Benefits: An introduction to Impact Evaluation. The World Bank Economic Review, Vol 15, No. I, 115 - 140.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estás invitado a realizar comentarios